Lo mataron y ¡¡¡¡¡ HA RESUCITADO !!!!!
Qué grande es el Señor, que venció a la muerte para estar de nuevo con nosotros. Los corazones afligidos hoy están alegres, llenos de gozo porque el Salvador ha resucitado.
Un nuevo sol ilumina tu camino, tu vida ya tiene un sentido claro. ¿ Quién o qué es más grande que Dios?
Es un sol que engendra vida, que aparta las sombras y las pone lejos de ti; un sol que te calienta, que te hace estar bien, que te protege y te reconforta; un sol sin el que no podrías vivir.
"Jesús, está vivo", este es el milagro, esta es la esencia de nuestra Fe y motivo de nuestra alegría.
Que lo sepa todo el mundo, que nadie calle y que salgan de sus casas dándole gracias a Dios porque no los ha olvidado, porque tienen a Dios de su lado, generoso, que vela y cuida de su pueblo, desde el principio al fin.
Y María la Virgen, esa roca fuerte en la que los apóstoles se apoyaron durante estos días de miedo; y que hoy está feliz, porque su hijo, el Hijo de Dios, el que ha salvado al mundo y le ha quitado su condena, no está muerto. María es la madre que cree en su hijo y es ahora la madre de todos.
Debéis ser como vuestros hijos, porque creen en vosotros sin dudar, simplemente viven la vida y viven con los momentos que les dais, saben que con vosotros cerca nada hay que temer y nada les faltará.
Su fe les salva, les alimenta y les protege. Su fe les hace felices y fuertes porque, ¿quien teme a sus padres? o ¿ qué hay que temer si ellos están cerca?.
Hoy, el día más grande de los cristianos, el día de la Salvación, el día de la Liberación, es un estupendo día para darle gracias a Dios por todas las cosas y visitar a Jesús al sagrario.
Dile: "Aquí estoy, Señor, hazme tu instrumento, dejame glorificarte siempre, dejame ser un reflejo de tu luz entre mis hermanos y no me abandones ni permitas que los problemas me aparten de ti, ayuda a todos mis hermanos a encontrarte y permite que sean felices, haz que yo participe de tu Gloria y te tenga siempre cerca de mi."